Entramos de lleno en el caluroso mes de junio, aunque de momento no estamos sudando mucho la gota gorda por el calor… Pero sí que lo hacemos para traeros otra obra de accesibilidad en Valencia.
"Esto no afecta sólo a lo estético, sino que tiene un trasfondo humanitario importante".
Como bien dijimos en uno de nuestros posts anteriores, Campanar es uno de los barrios preferidos para disfrutar del life-style mediterráneo que tenemos en La Terreta y que más se está poniendo las pilas con la accesibilidad en Valencia. Su oferta de ocio, su gran cantidad de edificios residenciales y proximidad al centro de la ciudad de Valencia provocan que este histórico distrito se convierta en un lugar muy atractivo dentro de la ciudad. Este, es un pueblo-barrio-distritito de la ciudad tiene casi 900 años de historia. Y, como es de esperar, ha evolucionado con el paso del tiempo hasta tener ahora diferentes prismas desde el que contemplarlo.
Una de las caras de esta moneda, es la de un pueblo con sus típicas casitas tradicionales, con fachadas coloridas y personas mayores dándote los buenos días. Quizá sea fruto porque en el pasado se configurase como un núcleo poblacional al lado de la huerta. Pero ¡Ojo! que muchas de ellas precisan de rehabilitación todo sea dicho.
Y. la otra cara, se muestra como un núcleo poblacional pujante y moderno. Lleno de edificios, de restaurantes, con el cine… Un ejemplo, al igual que el Cabanyal, de cómo la modernidad puede convivir con la tradición en una fusión que no deja indiferente a nadie y que gusta a casi todos.
Pues bien, hay comunidades de propietarios de este distrito que saben que tienen que modernizarse y adaptar sus edificios de mediados de los años 50 a la modernidad que impera hoy en día, incluyendo los estándares de accesibilidad que tenemos en Valencia. Esto no afecta sólo a lo estético, sino que tiene un trasfondo humanitario importante. ¿Por qué decimos que hay un trasfondo humanitario? Pues porque asegurar un nivel de accesibilidad aceptable, implica garantizar los derechos de todos. Y, en especial, los de los grupos de personas más sensibles ante la falta de accesibilidad: nuestros mayores y nuestros vecinos discapacitados.


En la comunidad de la que os queremos hablar convivían ancianos y escalones. Estos, son dos protagonistas irreconciliables en una comunidad de vecinos ya que los unos hacen la vida imposible a los otros, jeje, y no nos referimos a los ancianos. Así que decidieron contactar con una empresa especialista en accesibilidad para eliminar el escalón de acceso al zaguán y los escalones de acceso al ascensor que podéis ver en las imágenes de arriba.

¿Por qué decimos que la accesibilidad es agilidad? Pues porque, en determinadas ocasiones lo es. En la comunidad de Marqués de Sant Joan contaban con un sótano con foso. Esto nos facilitó todavía más nuestro trabajo porque, al tener un foso previo, tan solo tuvimos que hacer una reprogramación de la parada del ascensor en el sótano (que ahora tendría el nivel de calle). Tras esto, nuestros compañeros de obra vistieron el zaguán con piezas de mármol en blanco macael. E incluyeron detalles que aportan tanta modernidad como los acabados en acero inoxidable de los buzones o la barandilla.
Finalmente, podéis ver cómo hay una cristalera colorida en una de las paredes ¿Verdad? Al principio de este post decíamos que en Campanar convive lo tradicional con lo moderno. Y como os podéis imaginar… En esta comunidad no iba a ser diferente. Esos cristales coloridos se han mantenido porque ellos son exactamente los que aportan personalidad al zaguán.
Y al final lo que nos queda es un espacio atractivo y amplio donde convive la tradición con la modernidad.



