[vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=»El lenguaje y la accesibilidad son elementos que han evolucionado a lo largo del tiempo pero… Realmente ¿Lo han hecho en paralelo? ¿Es el lenguaje es una “barrera” más para la accesibilidad?» font_container=»tag:h2|font_size:24|text_align:left» google_fonts=»font_family:Roboto%3A100%2C100italic%2C300%2C300italic%2Cregular%2Citalic%2C500%2C500italic%2C700%2C700italic%2C900%2C900italic|font_style:400%20italic%3A400%3Aitalic»][vc_separator][vc_column_text]
Cuando voy al bar y tengo que pedir algo de comer digo ¿croqueta o cocreta? ¿Albóndiga o almóndiga? Menudo lío ¿No?… Lo que está claro es que el castellano, es un idioma que evoluciona a un ritmo vertiginoso. Y que, incluso a veces, llega a dar a la luz un montón de palabras, aunque muchas de estas sean erróneas. Para evitar un mal uso de nuestra lengua, y para garantizar la estandarización de la misma, existe una institución llamada Real Academia Española de la Lengua.
Sin embargo, ¿La institución conoce la realidad para poder dar las definiciones?. Nosotros creemos que no del todo. O por lo menos, no en todos los campos. Y, para demostrarlo, vamos a ir a nuestro mundo, el de la accesibilidad.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»4999″ img_size=»2000×500″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
A saber, la lengua no es lo único que ha cambiado. La concepción de accesibilidad también lo ha hecho a lo largo del tiempo. Y, hoy por hoy, ha acabado convergiendo con el término accesibilidad universal. Generalmente la accesibilidad se entendía como algo exclusivo del medio físico y nuestra forma de relacionarnos con él. Por ejemplo, en nuestra comunidad de vecinos con los molestos escalones de la entrada o con la falta de ascensor. Pero, a la hora de la verdad, todos nos hemos dado cuenta de que la accesibilidad es mucho más. Y se ha acabado convirtiendo en un derecho que nos garantiza a todos el acceso, correcta comprensión, utilización y uso de productos, servicios, tecnologías y dispositivos, independientemente de nuestra condición.
Por lo tanto, la accesibilidad no sólo hace referencia al entorno físico si no que tiene en cuenta un espectro mucho más amplio. En este punto coincidimos la RAE, la ONCE, la COCEMFE y nosotros.
Pero ¿Qué tiene que ver la RAE con la accesibilidad y con las barreras arquitectónicas? Según la RAE, las barreras arquitectónicas se pueden entender como un impedimento físico para personas con cualquier clase de discapacidad en inmuebles. Pero esta es una definición alejada de la realidad. Y, aquí, la Academia se está dando contra una barrera que es el desconocimiento. Y nos hace pensar ¿Es el lenguaje es una “barrera” más para la accesibilidad?
[/vc_column_text][vc_empty_space height=»16 px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
Muchos de nosotros vivimos en comunidades de vecinos, algunos de estos edificios son antiguos. Puede que carezcan de ascensor. O quizá lo que tengan son unos molestos escalones en la entrada al zaguán. Estas, son barreras arquitectónicas. E, independientemente de la condición física, estas barreras nos perjudican a todos. A nuestro vecino de 75 años, a la vecina embarazada, a los padres con el carrito del bebé o incluso a ti, que con 30 años, tienes que subir las bolsas de la compra hasta el tercer o cuarto piso. Y sabiendo esto nos preguntamos una vez más… ¿Es el lenguaje es una “barrera” más para la accesibilidad?
[/vc_column_text][vc_empty_space height=»16 px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16 px»][vc_hoverbox image=»4996″ primary_title=»» hover_title=»» hover_background_color=»custom» hover_custom_background=»#da007f»]
Los escalones que ponen difícil tu día a día
[/vc_hoverbox][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
Nosotros no tenemos un sillón en la RAE para poder cambiar la definición de Barrera Arquitectónica, pero desde aquí invitamos a toda la Academia a que conozca la realidad constructiva y social de las viviendas colectivas, para así, aportar una definición más precisa de lo que suponen estas barreras.
Y para vosotros, los que estáis leyendo esto. Vosotros, que realmente conocéis y vivís con las barreras arquitectónicas. No os esperéis a eliminarlas. Porque, quedarse unos meses sin ascensor es más llevadero con 40 o 50 años que con 80. Y, ya no sólo por vosotros, si no por todos vuestros vecinos que no pueden acceder de forma cómoda y segura a sus viviendas.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»65 px»][vc_posts_grid grid_columns_count=»3″][/vc_column][/vc_row]